Tiger Woods: "No vine para ser cuarto"

Woods anuncia otro parón "para evaluar las cosas".

Cinco meses después de la tormenta mediática por sus infidelidades, que le convirtieron prácticamente en un fugitivo en paradero desconocido, Tiger Woods se marchó el domingo de Augusta con una sonrisa en los labios, la misma que repartió con asiduidad durante sus cuatro días en el Masters. Una imagen que contrastaba con su extrema seriedad y hasta indiferencia respecto al público de otros años.

Woods quería ganar en su retorno. Hubiese sido un bombazo definitivo. No lo consiguió, pero su cuarto puesto final acreditó que sigue teniendo el mejor golf en sus manos, y la nueva imagen más humana que destiló y la positiva reacción del público desplazado a Augusta le permitirán seguramente pasar página con mayor facilidad. "No vine para ser cuarto, sino a ganar. A medida que pasaba el torneo mi juego bajaba. He cometido demasiados errores en el green. Pese a ello, he tenido posibilidades de ganar, y creo que puedo estar orgulloso de eso", dijo Woods.

¿Y ahora? "Voy a tomarme un pequeño descanso para reevaluar las cosas", dijo el domingo el número uno del ranking, de 34 años, cuyo juego, aunque mostró algunas dosis de óxido tras demasiados meses sin competiciones, fue lo suficientemente bueno teniendo en cuenta la presión mediática que le rodeaba. Aun y así, en Estados Unidos se ha criticado su falta de 'nervio', su frialdad extrema a la hora de jugar. "Creo que la gente exagera demasiado con ese tema", respondió Tiger. "No voy a estar caminando de un hoyo a otro con más energía y haciendo aspavientos porque aún no he dado un buen golpe"

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